ETAPA 4. MARTES, 5 DE JULIO DE 2022. MACOTERA – VILLALCAZAR DE SIRGA. 208 kms.

Con 580 kilómetros ya recorridos, la expedición ciclista se encuentra sumergida en plana meseta castellana. La etapa de este día regalará 208 kilómetros idílicos para el ciclista, siempre y cuando el viento no decida levantar muros invisibles. Se trata de una jornada ideal para que la maquinaria del pelotón desarrolle su máximo potencial. Los relevos, los abanicos y las altas velocidades encontrarán en estas carreteras inexistentes el mejor escenario para ponerse en práctica. Aunque el número de kilómetros resulte considerable, el reducido desnivel da a entender que se podrá avanzar con comodidad, gestionando con decisión y coordinadamente los páramos que encontremos en el camino.
Estos son lugares para lanzar miradas al infinito, de tierras de secano y de pueblos de adobe. Transitaremos por territorios salmantino, vallisoletano y palentino. Al paso saldrán palomares y castillos, nos encontraremos con el Medievo y el románico, disfrutaremos de soledades y pueblos en los que hacen sus vidas personas que sueñan, trabajan y crían a sus hijos a otros ritmos, aunque tremendamente felices. Lugares en los que aún se oyen las campanas de las iglesias y muchas de sus calles dan al campo. Pueblos de los que los ciclistas saldrán casi a la vez que entran. Fugaces momentos con la capacidad de prendar al ciclista de no sé qué recuerdos ancestrales en torno a chimeneas, cisco, tabernas y juegos de niños en las calles.

Villalcazar aguarda con importantes sorpresas. Secretos ocultos esperan a los ciclistas de Ultreya. Llega la expedición al punto místico de este viaje. Pacientes y callados en el interior más profundo del tiempo y del espacio, los capiteles que hablan, los sepulcros que guardan, las firmas de canteros que dan fe o las gárgolas que saludan, transportarán a los miembros de la expedición Ultreya al fondo mismo de la Edad Media.